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Visita de la Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Excelentísima señora María Ángela Holguín Cuéllar
Conferencia sobre la Implementación de los Acuerdos de Paz en Colombia a cargo de la Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Excelentísima señora María Ángela Holguín Cuéllar
04/06/2017

María Ángela Holguín Cuéllar). Muchas gracias, Secretario Alvarez, un saludo muy especial. Para mí realmente es un honor estar aquí.
Quiero saludar al Vicepresidente Raúl Sendic, agradeciéndole su presencia acá; al doctor Enrique Iglesias; a los excancilleres, a los señores embajadores, un saludo muy cordial y muy especial. Para mí es una oportunidad poder compartir con ustedes lo que está viviendo Colombia en este momento que es la implementación del acuerdo de paz.
Embajadora, muchas gracias por sus palabras. Le agradezco su referencia a la tragedia que tuvimos del deslave en el Departamento del Putumayo. Desafortunadamente, cada día siguen apareciendo más muertos. Ahí vemos las consecuencias del cambio climático y la importancia de ese tema en nuestras agendas. Y gracias por la referencia al Chapecoençe. Para todos los colombianos realmente fue muy doloroso y los llevamos en el corazón. Vimos un partido de El Nacional en Chapecó que lo recibieron con muchos honores. De verdad que gracias Embajadora.
Como les decía, estamos viviendo el proceso de implementación de los acuerdos. Tal vez tanto o más difícil que la negociación. Es un reto muy grande porque este acuerdo de paz no es un acuerdo de paz sencillamente de una dejación de armas y de una justicia transicional sino que es un acuerdo de paz de transformación del país, una transformación que se necesitaba desde hacía muchas décadas y que el país no lo había logrado. Estamos entonces en la implementación, ese reto tan inmenso de transformar, empezando por el campo en Colombia, la «Transformación rural integral —se llama el punto del acuerdo— hacia un nuevo campo colombiano». Nosotros tenemos 12 millones de personas en el campo, en las zonas rurales, con un nivel de vida con una diferencia inmensa con la gente de las ciudades y el reto grande es cómo logramos que se equipare esa calidad de vida entre el campo y la ciudad. Para esto se han creado ya varias agencias. Se creó la Agencia Nacional de Tierras, se creó la Agencia para la Renovación del Territorio, se creó la Agencia para el Desarrollo Rural y el Consejo Superior del Uso del Suelo. Ahora les comento un poco que hace cada una pero el primer reto era crear la institucionalidad para poder responder a lo que son los acuerdos y lo que es esta transformación.
Uno de los puntos que negociamos en los acuerdos era cómo llevarle al campo tecnología, riego, tecnología para poder entrar en una competitividad de siglo XXI, no es un campo simplemente para que miremos qué sembramos, sino realmente un campo que sea competitivo y que le dé a la gente de las zonas rurales la posibilidad de él con calidad de vida.
Y en todo el tema de tierras Colombia es un país que, por el mismo conflicto, tiene un déficit muy grande de tener los títulos de las tierras. La gente en el campo, la gran mayoría, vive en las tierras pero no tiene título de propiedad. Entonces, uno de los retos inmensos es todo lo que es la parte del catastro. Y el catastro multipropósito, en eso ya iniciamos porque es cómo se le reconoce el título a cada una de las personas que está en propiedad y que vive desde hace muchos años en esas tierras, y en un tamaño de país como Colombia comprenderán que es un reto muy grande. Y es esa formalización la que va a llevar también a que los campesinos se sientan mucho más empoderados, a poder tener un cultivo que les permita realmente vivir de ellos.
Y eso se une con el tema de las drogas en donde mucho de este campo, en muchas de las zonas del país —desafortunadamente Colombia sigue siendo el primer productor de cocaína por la hoja de coca— y campesinos donde no han tenido ningún 6
tipo de oportunidad distinta a sembrar esa hoja de coca pues sencillamente no es decirle que deje de sembrarla, sino que el Gobierno —y es parte del acuerdo— tiene el objetivo de que logren pasar a cultivos legales, tengan una productividad real porque muchas veces lo que producen no es lo que da la coca y podemos lograr salir de ese círculo malévolo de que por falta de infraestructura, por falta de oportunidades, por falta de vías, por falta de tener tecnología, créditos en el campo, caen en el cultivo de la droga y eso es el reto fundamental de todo lo que es la recuperación de ese campo colombiano en donde va de la mano de la infraestructura, de vías terciarias.
La meta de aquí al 2018 son más o menos 3000 kilómetros de vías terciarias. Esto no se ha hecho en Colombia nunca, los recursos ya están, es lo que le va a proporcionar a esos campesinos salir de sus sitios a poder vender sus productos y poder comercializar y, adicionalmente, es todo lo que tiene que ver con la protección de los bosques y de las áreas forestales porque mucha de la producción de coca también está teniendo lugar en esos bosques y vamos entonces a que el Estado entre a proteger y qué le puede dar a esos campesinos que están en esos lugares para poder tener acceso a esa tierra.
Entonces, el punto primero, que es el relativo al campo, es inmensamente grande porque tiene que ver con tenencia de tierra, tiene que ver con infraestructura física, tiene que ver con títulos, tiene que ver con darle tecnología, lograr producir realmente en donde ellos puedan comercializar y no entren en esa cadena de lo que pasaba con anterioridad que teníamos unos programas que se llamaban La sustitución de cultivos; sonaba muy bonito y le decían que pasaran a plantar plátano y no tenían quién les comprara ese plátano. Entonces, vuelve otra vez a ese círculo vicioso, entonces cómo el mismo Estado logra que entren en esa cadena en que la comercialización esté asegurada.
Al mismo tiempo, todo un tema de desarrollo social donde tiene que venir acompañado de agua potable, de vivir en unas condiciones en donde el campesino tenga acceso a lo mínimo en salud, en educación y ese es el segundo componente grande del punto del desarrollo rural integral que es acompañado de ese desarrollo social y desarrollo productivo.
¿Qué es lo que se tiene pensado entonces? Crear unos programas que los llamamos Programas de desarrollo con enfoque territorial que están enfocados en las regiones que sufrieron más el conflicto, que tuvieron la menor posibilidad de desarrollo y donde de alguna manera el Estado hizo poca presencia. Se identificaron 16 zonas, no necesariamente son un departamento sino que atraviesan unas zonas de un departamento al otro, son zonas geográficas del país donde definitivamente no hubo presencia del Estado como para poder llevar esos lugares a un ritmo de desarrollo como el resto del país. Entonces, están ya identificadas esas 16 zonas, son 167 municipios en donde se va a ir con todos estos programas que están para todo el país pero en los primeros cinco años.
¿Y qué estamos haciendo para que la gente sienta que la paz llegó? porque ese es un gran reto también, la paz se firma, de la paz se habla, de la paz se hacen seminarios pero que realmente la gente vea que la paz llegó. Nos vamos a enfocar en 51 municipios a muy corto plazo para llegar con todo esto que les digo, infraestructura, educación, salud y todo el tema de desarrollo rural; 51 municipios que son los 21 municipios donde están las zonas veredales donde en este momento están las FARC, hay 6000 guerrilleros repartidos en 27 puntos del país, en 19 zonas y siete puntos en donde van a hacer la dejación de las armas. Esos municipios están dentro de la lista de los 51 prioritarios y los otros son los municipios donde hay una mayor cantidad de producción de hoja de coca. Entonces, nos vamos a enfocar en esos 51 a muy corto 7
plazo, ya empezó el Estado a implementar lo que se va a hacer en esos 51 municipios que es transformar la vida de esos lugares rápidamente y la gente sienta que en verdad la paz llegó y llegó con desarrollo y con cambios fundamentales.
Cuando uno ve lo que está pasando en Colombia; yo me imagino que muchos de ustedes ven, oyen tanto negativismo alrededor de la paz, no solamente porque estamos en pleno inicio de campaña política para las elecciones del año entrante presidencial sino porque además sí hay una visión del país distinta entre lo rural y lo urbano. A la gente que vive en las ciudades no le tocó la guerra como le tocó al campo y eso es fundamental cuando uno mira y el acercamiento hacia el proceso de paz. Cuando uno va a las zonas rurales, cuando va a los pequeños municipios, cuando uno va a cualquier parte del país realmente hay una felicidad muy grande de la gente cuando sencillamente pueden vivir tranquilos, nadie los va a sacar de sus casas a media noche, nadie los va a secuestrar, no se los van a llevar. La violencia se acabó realmente en el 99% del país y el 99% se los digo porque el 1% seguimos teniendo el MLN, que ahora al final le hago una anotación en relación al proceso de paz con el MLN. Esa gente en el campo vive un país distinto y un país nuevo. A la gente de las ciudades les tocó mucho menos la guerra, la gente en muchas ciudades tal vez tuvo gente secuestrada, amigos, familiares o ciertas extorciones pero es muy distinto lo que vive una persona en el campo a lo que vive en la ciudad. Y eso uno lo ve en el momento de la implementación y cuando la gente dice que de la paz no ha pasado nada; la paz en el campo es una paz que ya se la siente cuando uno va a muchas regiones del país.
Entonces, lo que hemos querido hacer con esos 51 municipios es transformar rápidamente y que la gente sienta que los que vivían en las zonas más complicadas y más difíciles del país están encontrando algo distinto.
El segundo punto del acuerdo es todo el tema de la participación política. Ayer precisamente se aprobó el estatuto de la oposición, que estaba pendiente desde la Constitución de 1991, y en esto tengo que decirles que es increíble que uno a un grupo guerrillero le tenga que decir que tiene que cumplir la Constitución. Entonces, parte de los acuerdos era que hiciéramos el estatuto de la oposición, quedó aprobado el día de ayer y todo lo que tiene que ver con las garantías de seguridad para que las FARC se convierta en un grupo político porque finalmente esto es otro de los puntos centrales y es que dejan las armas para pasar a la política. Entonces, eso está en este momento en el Congreso, la creación del partido político de las FARC.
Y las garantías de seguridad para ellos, que es todo un tema difícil y complejo, pero que se está acabando de armar. Va a haber una unidad especial de protección que va a estar conformada por miembros de las FARC y miembros de la policía, en donde va a haber unos esquemas de seguridad por lo menos en los primeros años para que no les pase absolutamente nada porque eso sí sería realmente lo que podría llegar a dañar esta paz. Entonces, sí es algo para el gobierno muy importante.
Lo otro es la creación de unas circunscripciones especiales que serán transitorias, habrá 16 cargos que estarán en las Cámaras de Representantes en aquellas zonas que por razones del conflicto nunca han podido estar representadas a nivel nacional. Esto va a ser solamente por las elecciones de 2018 y 2022 y ahí se crearán esas 16 zonas especiales que se llaman Circunscripciones Especiales Transitorias de Paz y esas igualmente están en el Congreso en este momento. Eso en cuanto a todo el tema de la participación política.
El tercer punto era dejación de armas y cese al fuego. Para eso se creó la Misión política de Naciones Unidas, en eso le tengo que agradecer enormemente a Uruguay. 8
Se lo decía hace un rato al Canciller Nin Novoa porque fue bajo la presidencia del Consejo de Seguridad de Uruguay que se aprobó la Resolución de la Misión Política y en eso Uruguay ha jugado un papel realmente muy importante. Ahora el Consejo de Seguridad va a Colombia bajo la Presidencia de Uruguay, en el mes de mayo, va a una de las zonas veredales y a compartir ideas con el Congreso, con ONGs, con el Presidente y estarán con el mecanismo de monitoreo y verificación que fue lo que se creó en esta Resolución para monitorear y verificar la dejación de las armas y el cese al fuego. Déjenme decirle que empezamos esto el 1 de diciembre, no ha habido un solo incidente en cuanto al cese al fuego, no ha habido absolutamente nada, creo que en eso podemos estar realmente satisfechos porque normalmente en un proceso de paz, sobre todo al inicio, sigue habiendo algo, aquí no ha habido absolutamente ni un solo episodio en este sentido.
Y la dejación de las armas empezó. Ya han entregado unas, deben estar finalizando hacia el 1 de junio. Es una entrega por etapas en donde se las entregarán a los observadores de las Naciones Unidas. Ese proceso está coordinado por Jean Arnault que es el representante de las Naciones Unidas para este propósito. Ahí se crearon unas zonas, las llamamos veredales, es difícil de entender porque creo que esa palabra no existe en ningún otro país de América Hispana, las veredas es en lo que se dividen los municipios en Colombia. Hay un municipio y eso está dividido en veredas. Y se hizo porque había una gran crítica de la oposición donde decían que le están entregando a las FARC municipios enteros donde está la población, y las llamamos veredales precisamente para que estuviera claro que no es una cabecera municipal, no hay personas, no es un municipio, sino una parte de un municipio.
En estas zonas veredales ellos tienen un campamento en donde duermen, comen, etcétera. Ahí están armados todavía, ahí están uniformados y para salir de ese campamento al resto de la zona veredal tiene que ser sin armas, sin uniforme, las armas están solamente en esos sitios específicos. Inclusive hay unas zonas donde resolvieron que en el mismo campamento ya tienen el arma guardada, no la carga cada uno. Y en el resto de la zona ellos pueden transitar tranquilamente. A un kilómetro del límite de esa zona está el ejército, alrededor de toda la zona. Las personas que entran tienen registro, van en algún tipo de visita a los guerrilleros y salen.
Entregaron la lista, habían demorado bastante en entregar la lista de guerrilleros, 6804 guerrilleros y 1500 milicianos, esto es importante para nosotros. La milicia es un poco difícil saber exactamente quién es porque como están dentro de la población y están en cualquier parte, son los que los apoyan pero no se tiene con certeza ni el número ni quiénes son, entregaron 1500. De estos 1500 de la milicia también pueden acogerse a la justicia transicional —que ahora voy a comentar de qué se trata— pero creo que ya entregada la lista con nombres estamos entrando a que entran guerrilleros a esas zonas para salir ciudadanos. Hay todo un proceso de registro, de sacar su cédula de ciudadanía, de hacer un censo socioeconómico de qué quieren hacer después. La amnistía ya fue aprobada, entonces muchos de ellos van a ser amnistiados. No son amnistiados los que tengan crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, que tienen que responder por ello, una pena de cinco a ocho años, restricción efectiva de la libertad. Pero el que no tenga, que es mucha de la base, no hay pruebas y no tienen acusaciones, saldrán amnistiados y este proceso que son en estos seis meses de la dejación de armas es precisamente tener una cédula, saber qué quieren hacer, o sea, volver a tener como identidad para entrar a esa reintegración a la vida civil.
La amnistía, entonces, ya es una ley, entran entonces a esa reincorporación social, económica y política. Hay un Consejo Nacional de Reincorporación que 9
precisamente es el que mira ese censo, qué quieren hacer. En la negociación las FARC han insistido mucho, y así quedó plasmado en el acuerdo, que quieren una reintegración colectiva, no una reintegración individual. Esto quiere decir que quieren seguir como grupo, aparentemente creen que la gente no se irá a sus casas porque ellos mismos son una sola familia. Ahí vamos a ver eso cómo funciona porque lo que hemos visto de reintegración, nosotros hemos reintegrado ya a 50 000 personas del paramilitarismo, de la misma FARC y el MLN en una agencia que se llama la Agencia Nacional de Reintegración, en donde la experiencia que ha vivido Colombia es que al final quieren recuperar su familia, quieren volver a su sitio, quieren hacer una familia si no la tienen.
Acá estamos en un esquema distinto de reintegración, la reintegración colectiva. Entonces, los proyectos van a ser colectivos. El lugar donde viven o donde van a vivir quieren que sea una cosa más colectiva, una especie de mini ciudades. Estamos preparándonos para eso pero hay que ver al final cada uno qué es lo que quiere.
En el punto de drogas, que fue un punto en el que se luchó mucho para que estuviera en la negociación porque de todas maneras, así ellos no hayan querido aceptarlo pues están en la cadena desafortunada de las drogas en Colombia y entra el tema de la sustitución de cultivos. Y esto ha sido realmente muy impresionante porque todo lo que pensábamos se quedó corto a lo que estamos enfrentando de positivo hoy en día.
Nosotros tenemos alrededor de 150 000 hectáreas cultivadas de coca, una cifra que desafortunadamente en los últimos años creció y creció también debido a múltiples factores. Tengo entendido además que el grado de tecnología que se ha empleado hace que sea mucho más productivo. Pero adicionalmente, cuando se negoció en este acuerdo, como ustedes saben el acuerdo duró cinco años —cuatro años largos en la negociación— y este punto de la droga fue de los primeros, hace ya casi tres años se negoció y en la negociación como el Estado les está dando recursos a los campesinos para que dejen de sembrar y les está dando para montar un proyecto productivo en donde va a haber cooperación, una asistencia a los campesinos para que logren sacar adelante su producto y sabían de los recursos que iban a recibir, en muchos casos uno ve que se ampliaron las hectáreas un poco esperando a que vinieran esos recursos para después sustituirlos.
¿Cuál es el reto que tenemos? 50 000 hectáreas este año en sustitución. Se empezó con las FARC a hacer una visita a las zonas y a los departamentos con mayor producción de hoja de coca, específicamente en tres departamentos que son los mayores productores. E increíblemente se han inscrito, porque hay un acuerdo con cada familia, 75 000 familias, o sea, 75 000 hectáreas ya en sustitución de cultivos, ellos mismos destruyen la plantación y entran en un programa de nuevos productos y de todo este proceso de apoyo del Gobierno a cultivos lícitos. En verdad, nunca nos imaginamos que en dos meses o mes y medio se lograra 75 000 familias, estamos hablando de que el total más o menos puede ser 150 000. Estos son pequeños productores, son de familia por hectárea. Eran más o menos unas 100 000 y si estamos llegando a 75 000 solamente en tres departamentos en mes y medio lo que vemos es muy positivo. Lo que falta son recursos porque el costo ya no es la erradicación forzosa como nos ha tocado en todos estos años que es muy costosa, sino el costo es el cómo logra uno que entren en el nuevo producto.
Al mismo tiempo de erradicación forzosa, tenemos 50 000 hectáreas para este año como meta. Estamos hablando que saldrían 100 000 hectáreas del cultivo de la hoja de coca, creo que esto no solamente es una buena noticia para Colombia sino 10
una noticia para la región y para el mundo ya que vamos a lograr salir de 100 000 hectáreas de hoja de coca.
Lo otro de este punto que lo hemos trabajado mucho es cómo cambiar un poco la política de drogas y en eso hemos ido muy de la mano de Uruguay, estuvimos en la reunión de UNGASS, en que haya una visión mucho más de salud pública y de derechos humanos acompañado de seguir en todo un trabajo de lucha contra los carteles pero al mismo tiempo una visión un poco más humana del tema. O sea, el adicto no es solamente para meterlo en la cárcel sino que tiene un problema de salud pública, hay un tema de derechos humanos y en eso hemos avanzado bastante. Eso fue uno de los acuerdos con ellos.
En el tema de víctimas, que fue otro de los puntos. No sé si a ustedes les tocó ver, fue muy impresionante porque muchas de las víctimas estuvieron en La Habana conversando con ellos, más o menos unas 150 personas estuvieron en La Habana en donde al final del día las víctimas son mucho más dadas a perdonar y a saber la verdad pero seguir adelante, convencidas del proceso de paz y convencidos de la reconciliación en el país. Uno ve en las víctimas mucho más el corazón abierto a perdonar que los que no han sido víctimas y esto lo vivimos perfectamente en estos meses que estuvieron allá. Y ellos lo que quieren es la verdad y por eso el acuerdo de paz se ha centrado tanto en las víctimas y en la verdad. La justicia transicional está basada en la verdad. Ellos tienen que confesar los crímenes de lesa humanidad. El Gobierno a través de la Fiscalía, la Fiscalía le envía todas las pruebas que hay al Tribunal de Justicia Transicional y el que se acoja a la justicia transicional y no cuente toda la verdad pierde las garantías. ¿Esto qué quiere decir? Que la pena es de cinco a ocho años y si le llegan a probar algo que no ha confesado la pena es de 20 años en causa común y corriente.
Esto no es un tema menor porque es lo que finalmente necesitan las víctimas, es saber la verdad y que les cuenten qué pasó. Entonces por eso todo está centrado ahí. Va a haber una Comisión de la Verdad y una Comisión de Desaparecidos. El decreto lo firmó ayer el señor Presidente, estos dos. Igualmente firmó ayer el de ya empezar a organizar lo que va a ser la justicia transicional para el nombramiento de los magistrados que harán parte de ella y todo un tema alrededor de la no repetición, eso es algo también fundamental dentro del proceso de paz, es cómo hacemos un gran pacto nacional y cómo todo tiene que ir amarrado a la no repetición, a que Colombia no puede volver nunca más a caer en las armas para hacer política.
El punto último del acuerdo es un punto que tiene que ver con la implementación en sí. Se creó lo que se llama la CSIVI que es la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación. Está conformada por las FARC y por el Gobierno en donde se miran todos los proyectos que están yendo al Congreso y donde de alguna manera muchas de las cosas que quedaron pendientes o que faltó detalles, entonces, sigue como una pequeña mesa de diálogo y donde también están los garantes, está Cuba, está Venezuela, está Noruega y está Chile, y hacen ese acompañamiento a esa mini mesa que sigue funcionando todos los lunes desde hace ya dos meses.
En esto yo sí quiero reiterarle el agradecimiento, como lo hacemos siempre, a Cuba. Realmente sin el Gobierno de Cuba hubiera sido muy difícil poder tener este acuerdo, la generosidad y permanente apoyo es algo que los colombianos siempre agradeceremos. Igualmente a Chile y a Venezuela por ser países que han acompañado permanentemente; y aquí también quiero dar las gracias a Ecuador y a Brasil quienes junto a los otros cuatro países nos están acompañando en el diálogo del MLN. Ecuador ahora es el anfitrión de esos diálogos, vamos a hacerlos permanentemente, se tomó la decisión de que sea en Ecuador y de verdad que sin el 11
acompañamiento de estos países y en general de la comunidad internacional hubiera sido muy difícil que tuviéramos el proceso de paz en donde lo tenemos hoy en día.
Entonces, en esa implementación lo que se mira es cómo logramos que la paz sea irreversible, realmente es eso, cómo logramos que todo lo que se acordó se vuelva parte del plan nacional de desarrollo, parte del plan de desarrollo de los municipios, de las regiones y a nivel nacional y que sea algo que ningún Gobierno pueda reversar. Eso es parte fundamental y eso es algo que tenemos en este año larguito de Gobierno que queda y es que no podemos dejar que llegue un Gobierno que no sea amigo de la paz y que eche para atrás todo este esfuerzo. Igualmente, está todo lo que tiene que ver con el enfoque de género, con el tema indígena y a lo largo de todo el acuerdo están estos dos temas.
En cuanto al componente de la verificación. Nosotros le estamos pidiendo a Naciones Unidas, una vez se termine la Misión Política de verificación de dejación de armas y de cese al fuego, una segunda Misión que acompañaría a la reintegración, la parte de reintegración política, social y económica. Las FARC dicen: así como ustedes estaban preocupados de que no íbamos a dejar las armas y de que no íbamos a cumplir el cese al fuego y por eso necesitan a Naciones Unidas, igualmente nosotros todavía no creemos en que nos vayan a cumplir todo absolutamente de la reintegración y queremos que Naciones Unidas esté acá con nosotros. Y lo comprendemos, esto es todo un tema de confianza que no nace de un día para otro, sino que se va construyendo. Así que le vamos a pedir una segunda misión política ya sin ese componente que los observadores eran casi todos militares en este caso, ahora van a ser civiles y estarán en un segundo componente de reintegración y ellos quieren un monitoreo, y así lo vamos a hacer, en donde se verifique que el Gobierno cumple las medidas que se tomarán para su seguridad colectiva. Entonces, ese segundo componente vendrá más adelante cuando se haya acabado la Misión Política de la dejación de las armas.
El acompañamiento internacional está a lo largo de todos estos acuerdos que yo les he comentado, de cada uno de esos puntos. Nos están acompañando las diferentes agencias de Naciones Unidas, nos están acompañando varios países que se han identificado y que los identificamos al momento de la negociación, más como ayudar a pensar en cosas nuevas y en cosas que realmente ayuden al proceso, más que puro monitoreo. Y se tomó la decisión de la figura de los notables. Son dos, uno escogido por las FARC y el otro escogido por el Gobierno. Ahí están el expresidente José Mujica y el expresidente Felipe González. Ya tuvieron la primera reunión el jueves pasado en Cali y la idea es que sean ellos los que le transmitan al mundo cómo va la implementación de los acuerdos, cómo van los avances y cómo se va desarrollando todo este tema. Lo que no queríamos era que saliera información por todas partes de la implementación de los acuerdos, sino que fueran dos personas creíbles, dos personas que para todos generaban confianza y estarán ahí. Nuevamente Uruguay tiene su componente en este tema.
Todo con la compañía de un instituto que se llama el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame, que es un instituto que le hace el seguimiento a todos los procesos de paz que ha habido en el mundo. Es muy impresionante el que esté interesado en esto, tiene una matriz de los acuerdos, ya tienen el acuerdo colombiano, lo tienen en una matriz, los componentes, cuánto es transformación real de un país, cuánto es solamente componente más de dejación de armas. Por ejemplo, el acuerdo colombiano tiene unas cosas que muy pocos otros acuerdos lo tienen, afortunadamente, y es que no hay ningún cambio en la estructura de las fuerzas militares ni de policía. En otros acuerdos del mundo sí ha habido cambios, hay reducción o desaparecen. Lo otro es de alguna manera cómo por el proceso de paz en 12
diferentes negociaciones a las guerrillas les han dado cargos en el gobierno, inclusive hay uno que no me acuerdo exactamente dónde, pero en África, que le dieron una vicepresidencia, siete ministerios. Todo eso es la demostración de que no hay un cambio para nada en la estructura del Estado colombiano, aquí no se entregó absolutamente nada.
En el tema de tierras cuando uno oye qué es que le están entregando, lo que se va a entregar de tierras son baldíos, son tierras que se le han quitado al narcotráfico, son tierras que el Estado las tenía sin ningún tipo de utilización. Eso es lo que se va a entregar, son 3 millones de hectáreas en los próximos diez años y no es para las FARC es para los campesinos en general, todo el mundo, el que no tenga tierra puede tener acceso a esto.
Y la parte de financiación, este es un tema que no es fácil, de todas maneras estamos haciendo un grandísimo esfuerzo en un momento donde la economía global, doctor Enrique Iglesias usted lo sabe bien, estamos pasando un momento muy duro, nosotros éramos unos exportadores petroleros muy grandes, redujimos las exportaciones en un 40%, eso es realmente un golpe muy duro. Pero a pesar de todo esto estamos haciendo un esfuerzo grande de cómo se invierte y se concentra la inversión en todo esto que yo les he relatado, en infraestructura, en los programas sociales y obviamente en lo que cuesta la reintegración.
Adicionalmente, creamos el fondo que se llama Fondo Colombia en Paz. Es como un fondo paraguas donde hay varios fondos, un fondo del Banco Interamericano de Desarrollo enfocado en un tema más medioambiental, de rescate del medioambiente después de toda la cantidad de hectáreas de coca, que desafortunadamente se ha perdido bosque por esto. El Banco Mundial tiene otro fondo, la Unión Europea creó otro fondo, las Naciones Unidas tienen otro fondo. Cada uno con distintos objetivos. Se creó un fondo especial para el desminado. Colombia, desafortunadamente, por todo este conflicto es el segundo país más minado del mundo. Tenemos un reto gigante en el desminado que tiene que ver mucho con los lugares donde está sembrada la coca. Ahí es donde también están sembradas las minas; el reto es doble. Y en eso hemos creado una figura que se llama Obras por Impuestos, los empresarios pueden hacer obras a cambio de pagar impuestos en vías terciarias, en escuelas, en hospitales. Y parte de las regalías, también va a haber un porcentaje muy grande, más o menos el 10%, se irá a estas vías terciarias y a estas obras de infraestructura que se necesitan.
Como verán es una transformación muy grande, es un reto gigante el que tenemos por delante pero un convencimiento de parte del Gobierno total de que es el momento en que Colombia va a cambiar, necesitamos que cambie y tenemos este año y medio para que eso no se vaya a modificar. No podemos darnos el lujo de que venga alguien que no esté de acuerdo con esto y eche para atrás tanto esfuerzo y tantos avances que realmente se han logrado.
Así que eso quería compartir con ustedes, en qué va esta implementación de los acuerdos. Y agradecerles a todos por ese apoyo permanente de la comunidad internacional a Colombia, a la paz y a que realmente podamos ser un país que aporte a la región y no que sigamos causando muchos líos con el tema, por ejemplo, de la droga, como ha sido. Creo que eso va a ser un factor fundamental para todos y en general para el mundo. Muchas gracias.


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