 | Muchas gracias, señor Presidente. Seré muy breve porque su intervención y la del señor Secretario General, la del Embajador de Bolivia, prácticamente han dicho todo lo que yo quería decir, sin embargo, quiero en nombre de la Representación de Colombia, hacer un especial reconocimiento a la persona del Embajador Eduardo Contreras. Desde un primer momento, conocimos sus maravillosas calidades personales y particularmente sus calidades profesionales como abogado.
Su historia personal lo constituye en un verdadero protagonista de la historia de su país y de nuestra América, su visión democrática de nuestra integración, de la causa de los derechos humanos y, en particular, las intervenciones que tuvimos la suerte de escuchar en esta casa de la integración, nos hace ver en el Embajador Contreras un ejemplo de lo que debe ser no solamente un político, como es su vocación y él mismo lo ha dicho, sino como debe ser un gran diplomático.
Quiero resaltar y además hacer mías, con su venia querido Embajador, las palabras que acaba de mencionar respecto de la importancia del diálogo como vía de solución y de acercamiento entre los países. Yo quisiera resaltar particularmente y quiero dejarlo así registrado en el Acta de hoy, la intervención del Embajador Contreras hoy es verdaderamente paradigmática y se la agradezco particularmente porque una vez más, y espero que no sea la última y en otras ocasiones tengamos la oportunidad de escucharlo, nos ha dado una verdadera lección, como buen profesor universitario que además es.
Nuestros mejores votos por la continuación de su carrera, de su regreso a Santiago. Esperamos que en el medio de la Cancillería, si finalmente está usted allá, tengamos la oportunidad de intercambiar opiniones y experiencias respecto de la riquísima historia que tiene usted como abogado de los derechos humanos y desearle a usted y a su señora esposa un feliz retorno a casa. Muchísimas gracias. | |